martes, 18 de septiembre de 2012

LAS JOYAS EN LA ANTIGUA ROMA


El gusto por los espléndidos trajes, los ricos adornos y por las joyas  y piedras, fue importado de Asia, de allí pasó a Grecia y de ésta a Roma. Los griegos, vecinos próximos de Asia, estuvieron más expuestos al contagio del lujo y a la vida refinada, para después sucumbir como Imperio.

Alejandro Magno participó del gusto persa, y parece que su manto estaba bordado en oro y ricas joyas y llevaba el cuello cubierto totalmente de piedras preciosas. El lujo entre los romanos se inicia en la conquista de Macedonia. Tanto las piedras preciosas, el oro, las perlas, la plata, las sedas, las ricas y sofisticadas esencias, así como la púrpura y la escarlata del voluptuoso Oriente y de la lejana Africa, fueron reunidos dentro de los muros de Cartago, y provocaron en los austeros romanos nuevos gustos, nuevas sensaciones, nuevos placeres y despertando en ellos una insaciable sed de riqueza, comparable solo al afán de dominación y de gloria que les caracterizaba.
 
                                                  
 
Las conquistas, suscitaron en el pueblo romano el interés por el lujo y la magnificencia y el arte de emplear las riquezas. Se dice que data de aquella época el origen de tanta suntuosidad de los romanos, quienes sobrepasaron en exageración más que en buen gusto.

Hubo una primera colección de joyas que se conoció con el nombre de Dactylotheca. Durante mucho tiempo no existió sino esa, hasta que apareció una muy superior. Esta colección estaba formada por rubíes, topacios, diamantes, esmeraldas, ópalos, ónices, gran número de anillos, sellos, brazaletes y cadenas de oro de un exquisito trabajo. Estas joyas se caracterizaban por su gran brillo y magnitud, y era sin lugar a dudas la más rica y lujosa colección proveniente de los príncipes vencidos por los romanos.

 
El emperador romano tenía un manto bordado en oro y joyas que se decía había pertenecido a Alejandro. Estas maravillas eclipsaron al pueblo romano, sin embargo el lujo y el esplendor de las joyas de Mitridates superaron todo lo conocido hasta ese momento. La diadema y la funda de la espada del vencido monarca, estaban totalmente revestidas en pedrería.
 
 

El lujo una vez introducido en Roma hizo rápidos progresos. Pieles de Sicilia y tapices de Babilonia, ambas de las riberas del Báltico al Danubio, y aromas de oriente eran importados a cambio de oro y plata y pedrería.

A pesar de los edictos con que trató de reprimir la locura de los vasallos, César era un entusiasta coleccionista de piedras preciosas, vasos cincelados, estatuas, pinturas, etc., especialmente de obras de antiguos artistas famosos. La casa del Emperador Nerón tenía paredes de nácar con incrustaciones de oro y piedras preciosas. En los grandes juegos instituidos por este se regalaban billetes que eran premiados con pájaros, vasos de varias clases, trigo, oro, plata, perlas, piedras preciosas y pinturas.



Heliogábalo usaba sandalias con incrustaciones de pedrería de gran valor, y nunca lucía dos veces el mismo par.

Calígula construyó barcos enteramente en madera de cedro con las popas revestidas de las más bellas piedras preciosas. El manto del Soberano estaba bordado en hilos de oro y enjoyado en piedras preciosas, y hasta su caballo predilecto, hacía sus paseos cubiertos con mantillas de púrpura y collar de perlas.



En el reinado de Antonino fue el momento en que se llegó al mayor exceso de lujo y suntuosidad tanto en edificios, jardines, muebles, banquetes y joyas de todas las clases.

Cuando el furor por estas últimas llegó a su máximo esplendor, ya no bastó para satisfacer la vanidad de sus nobles, dueños del mundo, la calidad de las piedras y su trabajo de orfebrería, sino que también era importante su ilustre origen. Un anillo, un vaso o una diadema de perlas, era preciso que por su genealogía ascendiesen hasta la mismísima Cleopatra…

 
¿Qué opinión te merece la suntuosidad por la riqueza de esta época?

martes, 11 de septiembre de 2012

LAS CINTAS DE COLORES DE BONFIM


Queremos dedicar nuestro post de hoy a una de las tradiciones brasileñas más conocidas: las “Fitas do señor do Bonfim”.

¿Habéis visto alguna vez estas cintas, de diversos colores, que se anudan en la muñeca?. Vamos a explicaros un poco más sobre ellas, su historia y su significado.

Una “Fita de Bonfim” (“Cinta de Bonfim”) o “fitinha” es a la vez un souvenir y un amuleto religioso católico típico de Salvador, capital del estado brasileño de Bahía.

 
 
Llevan por lo general la leyenda “Lembrança do Senhor do Bonfim da Bahía” (“Recuerdo del Señor de Bonfim de Bahia”). Se venden por toda la ciudad pero especialmente en la Iglesia de Nuestro Señor de Bonfim, en la Península de Itapagipe al norte Salvador de Bahía. Muchos visitantes atan esas fitinhas a la verja de la iglesia en señal de ofrenda.

 



La fita original fue creada en 1809, permaneciendo desaparecida hasta los años 50.

Su nombre se debe al hecho de que medía exactamente 47 centímetros de largo, la medida del brazo derecho de la escultura del Señor de Bonfim, puesta en el altar mayor de la iglesia más famosa de Bahía.

La imagen fue esculpida en Setúbal, Portugal, en el siglo XVIII. La “medida” o “fita” era hecha de seda, con el diseño y el nombre del santo bordado y acabado en tinta dorada o plateada. Se usaba alrededor del cuello como un collar, en el cual se colgaban medallas e imágenes de santos, que funcionaba como moneda de cambio: al pagar una promesa, el fiel llevaba a una foto o una pequeña escultura en cera que representan la parte del cuerpo curada con la ayuda del santo (exvoto).

Como recordatorio, adquiría una de estas cintas, que simboliza la propia iglesia.

 

No se sabe cuando fue la transición a la actual fita, pero en la década de los 60 fue adoptada por los hippies bahianos como parte de su indumentaria.

En la actualidad, el color de cada cinta se identifica con el tipo de deseo que se pide. Aunque hay variedad de opiniones y versiones, os indicamos las mayormente aceptadas:

 

  • BLANCO: Paz, sabiduría, calma. Repela las energías negativas y eleva la vibraciones positivas. También significa inocencia y pureza.
  • ROJO: Es el color de la pasión y los sentimientos. Simboliza el amor, deseo, poder, fuerza y energía.
  • VERDE: Refleja el vigor, la juventud, el frescor, la esperanza. Representa las energías de la naturaleza y del renacer.
  • VERDE OSCURO: Asociado a lo masculino. Simboliza la virilidad.
  • AMARILLO:  Utilizado para tener mucho dinero y riqueza. Asociado a la prosperidad y al optimismo.
  • NARANJA: Trae suerte en la consecución de objetivos personales y profesionales. Simboliza eel movimiento y la espontaneidad.
  • AZUL: Conlleva seguridad, tranquilidad, armonía y salud. Es el color del cielo, del espíritu y del pensamiento. Simboliza la lealtad, la fidelidad, la personalidad y la sutileza.
  • ROSA OSCURO: Usado para lograr la felicidad en el amor. Significa belleza, salud, sensualidad y romanticismo.
  • ROSA CLARO: Asociado a lo femenino. Ternura, suavidad, cariño, amor… y al mismo tiempo cierta fragilidad y delicadeza.

 

Según la tradición, la fita debe ser anudada con tres nudos, a cada uno los cuales precede un deseo realizado mentalmente y que debe permanecer en secreto, hasta que la fita se rompa por desgaste natural.

 

Y queremos acabar este post con una pequeña sorpresa … Todos aquellos que nos efectuéis un pedido recibiréis como obsequio una “Fita de Bonfim”. Eso sí, hasta que se acaben las existencias …

 ¿De qué color escogeríais la cinta?.

 

martes, 4 de septiembre de 2012

LA TRADICION DE LAS JOYAS EN EGIPTO



Las joyas han sido codiciadas por las mujeres de todo el mundo y de todas las culturas.

Estos objetos de culto y que han sido tan anhelados a través de los tiempos, poseen una historia que se remonta a días muy lejanos a los nuestros.

Ya en tiempos de los antiguos egipcios, se conocían muchos de los tratamientos que hoy en día se siguen utilizando para el ornamentado del  oro. Esta civilización realizó una intensa renovación en la joyería y ha creado innumerable cantidad de joyas, algunas de las cuales se conservan hasta hoy en día en inmejorable estado.



Los orfebres egipcios generalmente trabajaban con plata y con oro (mucho más escaso) e incrustaban  en estos materiales cantidades inmensas de piedras preciosas y semipreciosas como por ejemplo la, coralina, el jaspe, la turquesa, la amatista y el lapislázuli entre otras.

El arte egipcio ha producido durante toda la vida de esta gloriosa civilización, una gran cantidad de joyas exquisitamente bellas. Algunas de las principales joyas que se conservan de aquellos tiempos son: diademas, anillos, brazaletes, pectorales, collares, etc.



Las joyas en la cultura egipcia tenían dos funciones:  las gemas se valoraban tanto por su belleza como por la protección mágica que les proporcionaban, es decir, eran a la vez talismanes y joyas.  El amuleto les servia para evitar el peligro y alejar a los malos espíritus y era la fuente de las fuerzas mágicas que les protegían.

 

Una de las joyas más populares de la época eran los anillos decorados con símbolos religiosos como por ejemplo: la flor de loto, el halcón, la serpiente, el ojo, el escarabajo, etc. Dentro de las tumbas egipcias se han encontrado infinidad de joyas. Algunas de ellas eran adornos personales, otras eran ofrendas.  Muchas de estas piezas se encuentran hoy en día en el Museo de El Cairo.
 



El escarabajo fue un animal sagrado que representaba el renacimiento y la regeneración de la salida del sol, se usaba como amuleto, en pendientes, como sello en los anillos y se fabricaban en muchos tipos de gemas como el oro, lapis lazuli, basalto, la turquesa, el vidrio coloreado, y el alabastro.
 
 

Los pendientes de gemas se usaban profusamente tanto por hombres como por mujeres, en todas las clases sociales y fueron muy populares sobre todo en el nuevo reino, uno de cuyos faraones, Akenaton introdujo la perforación del lóbulo de la oreja como se ve en las estatuas reales, que demuestran un uso muy extenso de este adorno.


¿Os gusta el estilo de las joyas egipcias, o lo consideráis demasiado recargado?.