martes, 3 de septiembre de 2013

LAS FASHION WEEK: ORIGEN Y PRESENTE

Las pasarelas o "semanas de la moda"  (Fashion Week) son eventos semi-anuales, que se  celebran principalmente de enero a marzo, donde los diseñadores muestran sus colecciones otoño-invierno y primavera-verano. 



Son eventos organizados por la industria de la moda y cuya duración es aproximadamente una semana, durante la cual se presentan las últimas colecciones de diversos diseñadores o marcas. 

El calendario inicia con la Semana de la Moda de Nueva York, seguido por la de Londres, después, la de Madrid. La penúltima es la Semana de la Moda de Milán y termina con la Semana de la Moda de París. Estas ciudades son tradicionales en el mundo de la moda, seguidas por nuevas «semanas de la moda» que están teniendo lugar alrededor del mundo.



A ellas acuden compradores de las principales tiendas, redactores de las revistas de moda, medios de comunicación, celebrities y personajes del mundo del espectáculo. Tiempo atrás las «semanas de moda» eran predominantemente para el comercio; hoy en día son acontecimientos globales.



La primera «semana de la moda» se celebró en Nueva York en el año 1943, con el objetivo de desviar la atención que acaparaba la moda francesa durante la Segunda Guerra Mundial, cuando los expertos de moda no podían viajar a París a ver los desfiles. La publicista de moda, Eleanor Lambert (creadora de CFDA, el instituto que entrega anualmente el premio internacional más importante, considerado el “Oscar de la moda") era la organizadora de un evento llamado Semana Editorial, donde diseñadores americanos, que anteriormente le habían rechazado sus creaciones, mostraban sus colecciones a periodistas de moda. Los compradores no podían asistir al show, sólo tenían la opción de visitar directamente a los diseñadores y ver sus muestras. El evento fue un éxito, y revistas de moda como Vogue empezaron a mostrar más diseños americanos y minimizaron los franceses. 



Después de la guerra, la gente regresó a París y otras capitales de la moda como Londres y Milán para los nuevos eventos que fueron creados. En ese momento, estas ciudades controlaban el calendario de moda, con lo cual los potenciales clientes americanos se ahorraban  tiempo y dinero: Londres, Milán y París en tan sólo un mes. 

Por orden de importancia la pasarela de moda más importante es la de París , seguidas por Nueva York , Milán, Londres y Madrid en este orden.

París es la capital de la moda, del estilo y la elegancia con sus magníficas pasarelas y desfiles de prêt à porter y alta costura. La Semana de la Moda de París tiene todos los ingredientes para ser un referente mundial, con las mejores modelos, marcas y en ambiente único. Es considerada, además, la semana más creativa, original e impactante del año.




Oficialmente llamada Mercedes-Benz Fashion Week, la Semana de la moda de Nueva York abre el calendario de las pasarelas del mundo. Actualmente, este evento se ha convertido en una cita obligada, no sólo para diseñadores y ejecutivos de la industria, sino para celebridades y personalidades de la moda, el cine, la música y el arte, que ocupan las famosas front rows (primera fila) de las pasarelas, para tomar nota de las principales tendencias.




Durante el mes de febrero la ciudad de Milán se revoluciona. Su Semana de la Moda es uno de los más espectaculares del mundo en lo que a moda se refiere. Todo el glamour y el brillo de las principales marcas de diseño se despliega en la pasarela del Milano Fashion Center, en una ciudad que se cuenta entre las primeras en venta de ropa.




Por su parte, la Semana de la Moda de Londres se celebra habitualmente en el Somerset House, con la exposición de las colecciones de más de 100 diseñadores (que se ofrecen al público con sorprendentes descuentos) llegados de todos los puntos del planeta. La sofisticación, delicadeza y tradición de los ingleses deja huella en el magnífico evento que organizan cada año sorprendiendo a todos.




Finalmente, fue en 1985 cuando España disfrutó de la primera edición de la Pasarela Cibeles. Los comienzos tuvieron como protagonistas a seis diseñadores, un presupuesto de 17 millones de las antiguas pesetas  (poco más de 100.000 €) y más ganas que otra cosa. Actualmente supera los 130 diseñadores (entre los consagrados y los noveles) y un presupuesto que se mide en millones de euros.

La primera Pasarela Cibeles tuvo lugar en una carpa instalada en la madrileña Plaza de Colón y la segunda se recogió hasta un lugar improbable para la moda como fue el Museo del Ferrocarril en la Estación de Delicias de Madrid. Hasta 1989 pasaría a la Casa de Campo, luego iría a parar al Palacio de Congresos y Exposiciones dónde estuvo hasta 1995 cuando, agrupada de nuevo con la Semana Internacional de la Moda, se instaló definitivamente en IFEMA, de dónde parece que no saldrá en un largo tiempo.




¿Seguís las tendencias que marcan las pasarelas de moda?



martes, 27 de agosto de 2013

7 TENDENCIAS EN COLGANTES

En nuestro blog hemos hablado ya diversas veces de las tendencias en collares (ver nuestra última entrada), pero en esta ocasión queremos centrarnos en los colgantes, que en muchas ocasiones ya forman parte del propio collar.



Esta temporada se llevan  desde grandes medallones que capturan todo el protagonismo hasta diminutas piezas que oscilan al caminar,  así como formas muy originales donde el límite sólo lo pone la creatividad.



Os invitamos a conocer las 7 principales tendencias en colgantes.


Colgantes rígidos - Basados en un aro que se engancha al cuello y que sirve de soporte para todo tipo de figuras; en unos casos acentúan las formas de los escotes y en otros se hacen con todo el protagonismo, por encima  incluso del look al que acompañan.



Colgantes azules - es un color privilegiado a lo largo de toda la  temporada,  pasando desde una suave tonalidad aguamarina hasta el intenso azul Klein.



Colgantes largos con figuras pequeñas - siempre  forman parte de las pasarelas y no dejan de estar de moda.




Colgantes dorados - es un color de tendencia y numerosas firmas se han decantado por complementar sus diseños con él. Podemos encontrar todo tipo de diseños, desde piezas discretas a collares tipo babero o formas minimalistas.


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Colgantes originales - dan un toque simpático a  los looks a los que complementas, pasando desde figuras u objetos cotidianos a réplicas  de personas o muñecos.





Colgantes con piedras - es otra de las tendencias clásicas que no puede faltar cuando hablamos de colgantes. Destacan las piedras pulidas o de acabado natural, en conjunto o una sola pieza, con engarces cuidados o con otros más rústicos.




Colgantes recargados - también han tenido su espacio en las propuestas actuales, en materiales y formas diversas, con abundancia de color y detalles,  mezclando el vintage, el barroco o rococó.




¿Qué tendencia prefieres?




martes, 20 de agosto de 2013

HISTORIA Y JOYAS DEL ROCOCO

El término "rococó" procede del  francés "rocaille" que significa "concha", y está asociado a determinadas fórmulas decorativas y ornamentales como la incrustación de las mismas o de fragmentos de vidrios utilizados en cuevas artificiales.



El Rococó es un movimiento artístico europeo, surgido por primera vez en Francia, en la intersección entre el Barroco y el Neoclasicismo. Se registró tras la llegada de Luis XV al trono de Francia (1712), caracterizado por sus temas minuciosos y coquetos como las galanterías refinadas, los juegos amorosos, situaciones íntimas y escenas eróticas y algo picantes.


Examinado por muchos como la variación profana del barroco, surge cuando el movimiento se libera de la temática religiosa y empieza a incidir en la arquitectura de palacios civiles, por ejemplo. En sentido estricto, el rococó es el barroco llevado a la exageración de decoración.



En el ámbito de la historia de las formas y las expresiones, el siglo XVIII comenzó con signos del barroco. En poco tiempo el Neoclasicismo dominaba la creación de los artistas. Entre ambos, existió el Rococó. En la joyería, en el mobiliario, en la pintura o en la decoración de interiores de hoteles parisinos de la aristocracia se encuentran elementos característicos del movimiento: las líneas curvadas, delicadas y fluidas, los colores suaves, el carácter lúdico de los retratos y las fiestas galantes y las actitudes de una sociedad en busca de la felicidad, de la alegría de vivir y de los placeres sensuales.



Los pintores más representativos de la época fueron François Boucher, Antoine Watteau y Jean-Honoré Fragonard. Las principales características de este movimiento son los colores claros, tonos pastel y dorados, representación de la vida profana de la aristocracia y de tipo alegórico.

Fragonard fue expulsado de la corte de Luis XV por libertino pero aún así recibió muchos encargos de privados. Su cuadro más famoso es “El columpio” donde un amante mira por debajo del vestido de su amada mientas ella se columpia.



A nivel  de la joyería, los diamantes eran de uso casi exclusivo, y la gran demanda de estas piedras translúcidas llevó a la incorporación de pasta de vidrio y cristal de roca a la joyería del momento. También se incluían la marcasita y piezas de hierro cortado.



Collares cortos complementaban los escotes bajos de la época. Toda la joyería producida durante estos años era realizada a mano y demostró una enorme innovación. 




A partir del 1750 comenzaron a usarse nuevamente las gemas de color y sobre el final del siglo se pusieron de moda nuevamente los camafeos e intaglios, producto del interés que despertaron estas piezas en Napoleón,tras su incursión en Italia.




Una joya que tuvo una finalidad muy práctica, ya que los atuendos femeninos de la época no poseían bolsillos, fue la Chatelaine, una especie de joya multiusos que se usaba a la altura de la cintura y permitía al usuario colgar tijeras, relojes, lápices, etc. 



Los anillos eran usados en cada dedo y las cadenas con eslabones geométricos se usaban largas y cruzadas sobre los hombros o sobre el pecho. 





Otro tipo de joyería muy popular de este periodo fue la “joyería de duelo”, que se usaba en homenaje a un ser querido e incorporaba un mechón de pelo bajo un vidrio. Este tipo de joyas frecuentemente incluían granates, madreperlas, esmalte negro y Onix. También se usaban para este fin retratos miniatura pintados a mano sobre colgantes, broches y brazaletes.


Qué os parecen las joyas de estilo rococó?